viernes, 29 de mayo de 2009

COMO FUNCIONA

Algunas de las antiguas "muñecas que hablan" usaban el principio del viejo fonógrafo: en su interior tenían una púa de cristal que recorría los surcos de un pequeño disco plástico que giraba al presionar la muñeca. El surco tenía grabado relieves con la información sonora, y una lengüeta de latón transmitía las vibraciones de la púa a un cono plástico, que al vibrar reproducía "ma-má". En este caso, el parlante era un transductor sin bobina, de energía mecánica (vibraciones) en energía también mecánica (ondas sonoras). Mediante la implementación de una bobina que pueda desplazarse axialmente y la utilización de imanes, el parlante puede reproducir mayor rango de frecuencias sonoras a grandes potencias y con menor distorsión. Primero, el voltaje de salida del amplificador de un equipo de música, radio o TV, tiene las variaciones del sonido que se quiere reproducir. Si se conecta la salida del amplificador a la bobina móvil, circula una corriente con las variaciones correspondientes al sonido. Debido a un principio básico de la Naturaleza (Ley de Ampère, una de las 4 leyes del Electromagnetismo), la corriente en la bobina genera un campo magnético con las variaciones de la señal de interés. Segundo, si la bobina móvil está inmersa en una región con campo magnético, existirán fuerzas atractivas y repulsivas entre la bobina y el imán, debidas al campo variable de la bobina y al campo estático del imán. Si el imán está fijo, estas fuerzas producirán el movimiento de la parte móvil, la bobina. La forma de obtener una señal acústica de esto, es entonces adherir a la bobina un cono que mueva el aire que le rodea. La mayoría de los parlantes de bobina móvil tienen 5 partes básicas (ver Figura siguiente): (1) bobina móvil cilíndrica, de material liviano y alambre de cobre, (2) imán permanente anular, generalmente cerámico (ferrimagnético), magnetizado axialmente, (3) disco posterior magnético blando, generalmente metálico (ferromagnético) (4) cilindro concéntrico magnético blando, generalmente metálico (ferromagnético), concéntrico con el disco (3) y la bobina (1), y (5) 'cono' o diafragma cónico de cartón o plástico, adherido a la bobina (1).

Un transductor es un dispositivo que transforma un tipo de energía en otro. Un parlante (o altavoz) de bobina móvil es un transductor electro-mecánico, que transforma energía eléctrica contenida en una corriente eléctrica, en energía sonora (i.e., energía acústica audible para el ser humano). En altavoz (parlante o altoparlante en Sudamérica) es un transductor eléctrico-mecánico-acústico, es decir, un dispositivo destinado a la conversión de ondas eléctricas en energía mecánica y de mecánica en acústica. Es por tanto la puerta por donde sale el sonido al exterior desde los aparatos que posibilitaron su amplificación, su transmisión por medios telefónicos o radioeléctricos o su tratamiento. El sonido se transmite mediante ondas sonoras a través del aire. El oído capta estas ondas y las transforma en impulsos nerviosos que llegan al cerebro. Si disponemos de una grabación de voz o de música en soporte magnético o digital, o si recibimos estas señales por radio, dispondremos a la salida del aparato de unas señales eléctricas que deben ser convertidas en sonidos audibles, para ello precisamos del altavoz.

DE QUE ESTA HECHO

Los teléfonos solo requieren parlantes para reconocer la voz humana, y generalmente reproducen bien el rango 350 - 3500 Hz. Pero cuando un equipo de música usa un único parlante, éste debe cubrir un rango mayor de frecuencias de sonido, y por lo tanto se utilizan los denominados parlantes de "rango extendido". Sin embargo, este tipo de parlantes suele atenuar las frecuencias muy bajas y/o las muy altas. Por lo tanto, en alta fidelidad ("Hi-Fi") se utilizan tipos especializados de parlantes. Muchas cajas acústicas o "baffles", poseen un parlante de rango extendido con un parlante de baja frecuencia denominado "woofer", diseñado para reproducir eficientemente sonidos bajo los 2 kHz (cono de mayor diámetro y material más flexible). Otros tienen además un transductor de alta frecuencia más pequeño, denominado "tweeter" (cono de mucho menor diámetro y más duro). Algunos tienen hasta un cuarto transductor denominado "supertweeter", para las frecuencias más altas. Sin embargo, hay que destacar que muchos de estos transductores de alta frecuencia están basados en un principio físico diferente, ya que no tienen bobina móvil. En cambio, utilizan cristales piezoeléctricos que se contraen y dilatan según el voltaje aplicado. En la actualidad, como las bobinas tienen alambre de cobre, la impedancia de la bobina de los parlantes es de 4 a 32 ohm (generalmente 8 ohm), mientras que los que utilizan piezoeléctricos, tienen una impedancia muchísimo mayor, ya que son materiales dieléctricos no conductores.

PARA QUE SIRVE

Específicamente, un parlante sirve para convertir la información (voz, música, sonidos en general) t ransportada por una señal eléctrica, en una señal audible para el ser humano (entre 20-30 Hz y 16-20 kHz aproximadamente). Pero en general, la utilidad del parlante es la del conjunto del que forma parte. Por ejemplo, un equipo de amplificación sirve para elevar la intensidad del sonido. Primero la señal acústica débil se transduce a una eléctrica. Ésta se amplifica electrónicamente, y luego, a través del parlante, se reproduce a mucha mayor intensidad. Lo mismo puede decirse de equipos que hacen otras cosas con el sonido, además o en vez de amplificarlo.

jueves, 28 de mayo de 2009

QUÉ ES

Un transductor es un dispositivo que transforma un tipo de energía en otro. Un parlante (o altavoz) de bobina móvil es un transductor electro-mecánico, que transforma energía eléctrica contenida en una corriente eléctrica, en energía sonora (i.e., energía acústica audible para el ser humano). En altavoz (parlante o altoparlante en Sudamérica) es un transductor eléctrico-mecánico-acústico, es decir, un dispositivo destinado a la conversión de ondas eléctricas en energía mecánica y de mecánica en acústica. Es por tanto la puerta por donde sale el sonido al exterior desde los aparatos que posibilitaron su amplificación, su transmisión por medios telefónicos o radioeléctricos o su tratamiento.
El sonido se transmite mediante ondas sonoras a través del aire. El oído capta estas ondas y las transforma en impulsos nerviosos que llegan al cerebro. Si disponemos de una grabación de voz o de música en soporte magnético o digital, o si recibimos estas señales por radio, dispondremos a la salida del aparato de unas señales eléctricas que deben ser convertidas en sonidos audibles, para ello precisamos del altavoz.